EL CONSEJO CONFEDERAL DE UGT DEBATE MAÑANA LA CRISIS INTERNA DEL SINDICATO
- UGT insiste en ue la convocatoria de un Congreso Confederal para solucionar el problema de los disidentes sería "mortal" para la organización
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El Consejo Confederal de UGT, que reune a todos los miembros de la Ejecutiva y a los secretarios generales de las federaciones y uniones del sindicato, debatirá mañana la crisis interna surgida dentro de la central ante la negativa de José Luis Daza, Gustavo Gardey y Dionisia Muñoz a presentar su dimisión.
El secretario general de UGT, Cándid Méndez, y los otros siete miembros de la Ejecutiva solicitaron a Daza (Acción Sindical), Gardey (Acción Institucional) y Muñoz (vocal) que dimitiera, después de que en el pasado Comité Confederal actuaran en contra de lo que había aprobado anteriormente por unanimidad la Ejecutiva.
La reunión de mañana del Consejo Confederal, órgano consultivo que no tiene capacidad para cesar a los disidentes, se produce después de los encuentros que Méndez ha mantenido en las últimas semanas por separado con los reponsables de las federaciones y uniones territoriales del sindicato para analizar la crisis en la dirección de la UGT.
El secretario de Comunicación e Imagen de UGT, Antonio Ordóñez, explicó a Servimedia al término de la reunión de la Ejecutiva de hoy, en la que se ha preparado el Consejo de mañana, que el objetivo del encuentro de mañana es reflexionar sobre este problema, "conocer el sentir" del sindicato y "que toda la organización conozca lo que siente toda la organización".
Ordóñez aseguró qe, de los encuentros mantenidos por Méndez con los dirigentes de las federaciones y uniones, se deduce que la casi totalidad de la organización considera que el problema de los disidentes debe solucionarse dentro de la Ejecutiva y que la decisión adoptada por Méndez de solicitarles que voluntariamente presenten su dimisión es la correcta.
La negativa de Daza, Gardey y Muñoz a dimitir ha abierto un grave problema en la dirección del sindicato. Si, pese a lo que decida mañana el Consejo, los tres miembrs de la Ejecutiva mantienen su postura, el sindicato podría verse obligado a llevar el conflicto a un Comité Confederal extraordinario.
Para cesar a los disidentes es necesario un apoyo de las dos terceras partes de los miembros del Comité Confederal y Méndez podría no contar con él (en el pasado Comité logró un respaldo del 59,7 por ciento). El fracaso en el Comité obligaría a convocar un Congreso Confederal, cuando hace menos de un año que se celebró el último, en el que Méndez fue elegido secretari general en sustitución de Nicolás Redondo.
Ordóñez insistió en que lo más razonable y positivo para la organización sería que Daza, Gardey y Muñoz dimitieran voluntariamente "para evitar los riesgos que conforma convocar un Comité Confederal, que nos puede abocar a un Congreso Confederal y eso es, en este momento, mortal".
A su juicio, "meter a la organización en un Congreso Confederal, que significa que tiene que estar toda la organización haciendo congresos para llegar a ese Congreso Confedera, en un año como éste, eso es mortal para la propia organización, no lo puede entender nadie y hay que evitarlo a toda costa".
(SERVIMEDIA)
31 Ene 1995
NLV