La decisión de la Corte de Apelación de París de anular la imposición del supervisor del mercado francés AMF para que Sacyr lanzara una nueva opa sobre su participada puede haber servido de aliciente a la compañía que preside Luis del Rivero para salir de Eiffage.

Fue el propio del Rivero quien explicó, tras conocer la sentencia del tribunal parisino, que el Consejo estudiaría con "tranquilidad" el futuro de su participación en la compañía gala, sin cerrar ninguna puerta.

Eiffage es un activo importante para Sacyr, pues junto a la participación del 20,01% que Sacyr tiene en Repsol YPF, ayuda a incrementar los beneficios de la constructora española.

Sacyr cerró 2007 con un beneficio neto de 946 millones de euros. La participación en Repsol tuvo un impacto en el beneficio neto de 417,3 millones, y el 33% en la constructora gala contribuyó en 273,5 millones.

El conflicto entre Sacyr y Eiffage se remonta a la Junta General de Accionistas de la gala en 2006, cuando se vetó la entrada en el Consejo a la compañía que preside del Rivero. Un año después se repitió la historia.

En la Junta del 18 de abril de 2007 se cancelaron los derechos de 89 accionistas por ser todos de nacionalidad española, lo que impidió a Sacyr entrar en el Consejo.

Un día después de la Junta, Sacyr decidió lanzar una opa sobre las acciones de la francesa que no controlaba. Sin embargo, el supervisor del mercado francés, la AMF, rechazó la oferta, argumentando que el grupo español actuó en concertación con otros accionistas españoles, y obligó a la española a presentar una nueva oferta en metálico.

Esta decisión fue la que canceló la pasada semana la Corte de Apelación de París. Las citas en los tribunales de las compañías aún no han terminado.

Habrá que esperar a que el 6 de mayo se conozca la sentencia de la demanda que Sacyr presentó para que se anule la última Junta de Accionistas de Eiffage del 18 de abril de 2007.