Grosske, en declaraciones a Servimedia, justificó su demanda en que "ninguna ciudd que se respete puede rendir homenaje al caudillo, al franquismo ni a ese tipo de simbología".

El consejero isleño, que representa a IU en el gobierno de coalición que integran también el PSOE, los nacionalistas del PSM y Los Verdes, expresó su "repulsa" y "sorpresa" por la reciente negativa del alcalde palmesano, del PP, a ordenar la modificación del nombre de la plaza, durante el último pleno municipal.

El tema fue tratado en sesión plenaria a instancias del grupo municipal de IU, y tras las potestas expresadas por una plataforma antimilitarista, social y vecinal, que proponía rebautizar dicha plaza con el nombre de "Madres de la Plaza de Mayo".

En dicho pleno, el alcalde popular explicó que, antes de proceder a cualquier modificación, debía consultar con los vecinos de la calle o plaza afectada, de acuerdo con lo que establece la Ley de Régimen Local.

Ante esta decisión, el consejero balear comentó que "me quedé sorprendido, porque esto no es una cuestión de consultar a los vecinos, ino de talante democrático elemental".

No obstante, conforme a lo decidido por el primer edil de Palma, el consejero ha decidido remitirle la mencionada carta reclamando el cambio de nombre en su condición de "único vecino" de la plaza, ya que, curiosamente, se encuentran en un polígono industrial que tiene como único edificio la sede de la Consejería de Trabajo y Bienestar Social.

Grosske reiteró su sorpresa por esta situación y afirmó que "he alucinado porque todavía exista una plaza llamada as", al tiempo que señaló que él creía que "todas las calles de Palma estaban ya democratizadas y adaptadas a la nueva época"

El consejero explicó que la actual denominación conduce a "la chirigota" de quienes tienen que dirigirse a la Consejería, bien por correo o por teléfono. Al respecto, explicó que "es muy frecuente que recibamos envíos postales con la dirección de 'Plaza del Codillo' o 'Plaza del Castillo', porque es que la gente no se atreve a poner 'Plaza del Caudillo' por temor a equivocarse", ijo.

Asimismo, agregó que "es muy habitual que, por teléfono, los funcionarios tengan que dar muchas explicaciones y hay gente que se enfada de verdad".

Por último, el consejero balear manifestó su esperanza en que el Ayuntamiento de Palma atienda su demanda "y no me obligue a ir más allá y no tenga que terminar convocando una manifestación de desaprobación, lo que sería más espectacular que una simple carta".

El consejero isleño protagonizó otra polémica política antes del verano, cuando toó posesión del cargo, al ordenar que fuera retirada de su despacho una fotografía oficial de los Reyes de España, aunque luego accedió a volver a colocarla.