Este acuerdo se desarrollará mediante cuatro líneas de actuación, que incluyen un programa ambiental de sensibilización de la población escolar, la realización de labores de seguimiento y vigilancia de la población, la prevención de daños ocasionados por esta especie y la caracterización del hábitat ocupado por el oso pardo.

En el acto de firma del convenio, el consejero de Desarrollo Rural, Jesús Oria, aseguró que su Departamento mantiene con respecto a esta especie "una actitud vigilante y prudente".Asimismo, destacó la labor de la Consejería "en el diseño y ejecución de los diferentes proyectos de gestión".

Oria señaló que se ha iniciado la tramitación jurídica para la aprobación del Catálogo de Especies Amenazadas, que incluirá un estatus de protección para 81 especies, entre ellas el oso pardo.

Por su parte, el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, se mostró "muy satisfecho" con esta colaboración y valoró muy positivamente "el esfuerzo de la Administración para mejorar los hábitats de esta especie". También destacó la mejora de "la valoración y apoyo social" con el que cuenta en la actualidad el oso por parte de la población local.

PROGRAMA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL

En lo que se refiere a la labor de sensibilización y educación ambiental, el convenio contempla el desarrollo del Programa de educación ambiental "Huella", que, además de incluir a todos los escolares de las zonas oseras, "ha ampliado su radio de actuación a los escolares de todo el ámbito regional".

El convenio también aborda la reducción de los daños ocasionados por la especie en los sistemas de cultivo y en colmenas. Para ello, se contempla la adquisición de 61 pastores eléctricos para proteger los colmenares de los ataques de oso.

Por último, cooperarán en el desarrollo de labores de vigilancia y mantenimiento de las poblaciones de especies silvestres. Para ello, y durante el bienio 2007-2008, se mantendrá una patrulla compuesta por tres personas, con base en Reinosa y Potes, que colaborará con los técnicos auxiliares y agentes del medio natural de la Consejería de Biodiversidad.

La colaboración entre el Gobierno de Cantabria y la Consejería de Biodiversidad se remonta al año 1995, en el que suscribieron un Convenio Marco de Colaboración para desarrollar actividades enmarcadas dentro de los objetivos del Plan de Recuperación del Oso Pardo en Cantabria, que fue aprobado en 1989. En este período de 13 años se suscribieron seis convenios entre la Consejería de Biodiversidad y la Fundación, con una inversión de la Consejería de más de 800.000 euros.