Tura hizo estas declaraciones tras firmar en el Ministerio del Interior un convenio con el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.

Se trata de un acuerdo por el que los servicios penitenciarios catalanes se incorporarán al Sistema de Seguimiento Integral de los casos de violencia de género del Ministerio del Interior.

Este sistema, al que ahora tienen acceso la Policía y la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra, Instituciones Penitenciarias y las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, integra, según el Ministerio, "todos los recursos operativos y asistenciales disponibles para proteger y asistir con eficacia a las víctimas".

Según la consejera catalana, el convenio establece un sistema unificado de valoración del riesgo para todos los que intervienen en el proceso y de control de la reincidencia en estos delitos una vez finalizada la condena.

Tura considera que la violencia de género viene "del concepto atávico de que la mujer es propiedad de alguien y que ése alguien puede hacer lo que quiera con ella".

Asimismo, añadió que en las cárceles catalanas hay un tratamiento específico que intenta cambiar las ideas que generan este tipo de violencia, como la "cosificación" de la compañera sentimental.

Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, afirmó que se pretende conseguir la protección más completa de las víctimas, el cumplimiento de las penas por los infractores y su reinserción social.

Camacho recordó que "la primera ley que aprobó este Gobierno fue la Ley de protección integral a las víctimas de la violencia de género".

A su juicio, este tipo de delitos no tienen un seguimiento más exhaustivo que en otros países y el esfuerzo realizado consigue triplicar el número de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.

Se trata de "un método tecnológico" que permite evaluarlos casos de máximo riesgo cada 72 horas. La información se pone a disposición de todos los que están integrados en el sistema: "más de 100.000 mujeres y más de 20.000 usuarios", concluyó.