La suspensión anterior se decidió en 2002 como gesto de solidaridad con las personas que limpiaban las playas contaminada por el "Prestige" y con Galicia.

Aquel año se celebraba el XXIV aniversario de la Constitución. Tras un breve acto de homenaje a la bandera en la madrileña plaza de Colón, los entonces presidentes del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, y el Senado, Juan José Lucas, del PP, presidieron la tradicional recepción, que no estuvo seguida de un cóctel.

Tal y como ha ocurrido en esta esta ocasión por el asesinato de dos guardias civiles, los grupos parlamentarios, particularmente PP y PSOE, estuvieron entonces de acuerdo en la suspensión.

El Congreso ha comenzado a comunicar la decisión a los invitados. La suspensión se decidió tras el atentado de ETA del pasado sábado, en el que fue asesinado un guardia civil y herido gravemente otro agente, que falleció esta mañana en un hospital de Bayona.

El acto institucional se mantendrá porque, en principio, el funeral por Fernando Trapero no coincidirá en el tiempo con los actos del Congreso, puesto que el cadáver llegará a la base aérea de Getafe por la tarde.

Al acto institucional están invitadas unas 3.000 personas y para servir la copa posterior se había movilizado a 90 camareros.