El plenario del congreso democristiano, que hoy se clausura en Sitges, incluyó en la ponencia de estrategia política a disposición de Unió a participar en un gobierno estatal cuando se resuelva "el problema del encaje de Cataluña respecto al resto del Estado de forma satisfactoria, con la que Cataluña se sienta cómoda, comprendida y respetada por todos".

No obstante, el líder de la formación, Josep Antoni Duran Lleida, que esta tarde será reelegido presidente del comité de gobierno de la formación, advirtió en la presentación de su programa de actuación que Unió "nunca entrará en un gobierno que limite su soberaníadel que tenga que depender".

La ponencia de estrategia política, coordinada por el consejero de Trabajo de la Generalitat y dirigente de UDC, Ignasi Farreres, también integró la propuesta de un frente común formado por todos los partidos catalanes ("Olivo nacional") con la finalidad de conseguir mayores cotas de autogobierno.

Duran Lleida, impulsor de la iniciativa que rechaza el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, centró la exposición de su programa de actuación como candidato en la consrucción del "Olivo nacional", y marcó sus objetivos en la consecución de más poder político para Cataluña y "la presentación de un proyecto atractivo de nación y abierto al resto de fuerzas".

La misma ponencia también insta a CDC a firmar el pacto de coalición para las próximas elecciones municipales antes del 15 de noviembre de 1997 y advierte que no hacerlo sería un error de estrategia nacionalista ante el resto de fuerzas de ámbito estatal.

El congreso de Unió Democràtica no aprobó, sin embarg, una enmienda presentada a la ponencia de cultura y educación por Unió de Joves, rama juvenil del partido, en la que pedía que los derechos de las parejas homosexuales fueran comparables a los de las parejas de hecho, en un intento por dejar de aparecer como una formación "muy de derechas" en algunos aspectos sociales, según los dirigentes de Unió de Joves.