Después de siete horas y media de debate con dos rondas de intervenciones del "lehendakari", del presidente del Gobierno y de los grupos parlamentarios, el resultado de la votación impidió a esta reforma proseguir su trámite parlamentario y fue devuelta a la Cámara vasca.

Antes de votar, el presidente del Congreso, Manuel Marín, pidió a los servicios de protocolo que acompañaran "al señor delegado del Parlamento vasco" fuera del Hemiciclo para que los diputados pudieran comenzar la votación.

La propuesta del Parlamento vasco contó con el respaldo del PNV y Eusko Alkartasuna, miembros del gobierno tripartito vasco impulsor de la propuesta, y también de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Nafarroa Bai y del Bloque Nacionalista Galego.

Los diputados de CiU respaldaron también la propuesta, aunque su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida, precisó que lo hacían por permitir su tramitación más que por coincidencia con su contenido.

Pero fueron más los diputados que rechazaron la iniciativa, hasta 313 votos: los del PSOE, el PP, Coalición Canaria e Izquierda Unida, cuyos socios en Cataluña, Iniciativa per Catalunya- Verds, con dos diputados, optaron por la abstención.

Tras esta votación, el llamado "plan Ibarretxe" concluye su tramitación en el Congreso de los Diputados al no haber superado el paso necesario de la toma en consideración para poder pasar después a su debate en comisión.