Ese día varios militantes de las Juventudes de ERC se encadenaron a la sede de la cadena en Madrid para protestar por lo que consideran "siembra de odio", y su acción fue respaldada por dos diputados de la formación, Joan Tarda y Joan Puig.

El PP reclamó ante la Mesa del Congreso de los Diputados que la Comisión del Estatuto del Diputado censurara esta actuación por perjudicar al conjunto del Parlamento, pero la petición fue rechazada.

Los populares optaron entonces por presentar una proposición no de ley, que se debatió esta tarde en el pleno, y en la que pedían "la más rotunda condena" a la actitud de Tarda y Puig.

En la defensa de la iniciativa, el portavoz del PP, Ignacio Astarloa, pidió una condena política para un comportamiento que juzgó constitutivo de un delito de "lesa democracia".

Astarloa pidió una censura a estos "reventadores de tantas cosas" que parecen no tener suficiente con los métodos democráticos y optan por "la provocación y la amenaza" para hacer oir sus planteamientos.

Después de que el presidente del Gobierno criticara el "patriotismo de hojalata" del PP, Astarloa denunció los "insultos de hojalata" que se vierten contra los discrepantes del nacionalismo.

"No permitan que se imponga la dictadura de los estrictamente minoritarios sobre las políticas ni sobre los modos de convivencia", pidió al Gobierno.

Astarloa rechazó una enmienda a su iniciativa presentada por CiU en la que se pedía a la COPE que cumpliera los principios constitucionales de derecho a la libertad de expresión y a la información veraz, garantizando que se diferencia, además, de las opiniones.

Rechazó también otra enmienda formulada por el grupo afectado, ERC, en la que se instaba al Gobierno a velar por la libertad de expresión de los medios de comunicación y también a "proteger a la ciudadanía" ante informaciones no fundamentadas que puedan lesionar la dignidad de personas o desacreditar instituciones, utilizando "calificativos injuriosos".

Puigcercós expuso a continuación una retahíla de "calificativos injuriosos" proferidos contra dirigentes políticos, jueces y asociaciones. "Lo triste es que algunos en esta Cámara están de acuerdo. Sobran las palabras", sentenció.

El portavoz del PSOE, Oscar López, aseguró que este tipo de "concentraciones, que no asaltos", no son el mejor ejemplo para la ciudadanía. Añadió, sin embargo, que tampoco lo es la crispación actual, que achacó a una "estrategia perfectamente diseñada" por el PP.

Oscar López se preguntó "dónde ha quedado el menos vísceras y más cerebro" con el que Rajoy sintetizó su idea de oposición y aseguró que en España existe tanta libertad de expresión "que pueden ustedes insultar libremente" y llamar "bobos o payasos" a quienes discrepan. El portavoz del PNV, José Ramón Beloki, aprovechó la coyuntura para criticar el cierre de periódicos "sin que se conozcan las imputaciones".

En la misma línea, pero con más dureza, se expresó la portavoz de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, que llegó a decir a Astarloa que "o padece un trastorno mental transitorio o permanente, o se le ha ido la olla".

Lasagabaster subrayó que a los nacionalistas se les ha llegado a llamar "asesinos", y advirtió a los dirigentes del PP que, en este asunto, "mejor están calladitos y sin decir nada".

En nombre de Izquierda Unida-ICV, Joan Herrera aseguró que el "exceso" no es el cometido por Tarda y Puig, sino la presentación de esta iniciativa.