El XIICongreso del PP, que se celebra bajo el signo de la anhelada victoria electoral, ha servido para confirmar la consolidación del partido como verdadera alternativa de poder, según su lider.

"Nosotros tenemos las manos limpias y libres de hipotecas. Este es nuestro patrimonio. No tenemos otro, pero no queremos otro", afirmó con rotundidad el presidente del PP.

Aznar juzgó que los españoles "han dado la espalda a un liderazgo que se apoya en la resignación y el temor al futuro, que sólo conduce a lapasividad y al inmovilismo" que representa el Partido Socialista.

En contraposición, ofreció un partido "de centro", que puede garantizar un gobierno para España alejado de un proyecto socialista "vetusto y caduco".

"UNIDAD Y COHESION"

Para asegurar esa victoria que los populares consideran cercana, José María Aznar pidió a los militantes de su partido que mantengan "la unidad y la cohesión", aunque sin excluir el debate interno, que trabajen para fortalecer el partido y que hagan "un esfuerzo special en las próximas elecciones".

Asimismo, garantizó a toda la sociedad que "exigiremos la responsabilidades que proceda a quienes no observen la ejemplaridad requerida por nuestro código de conducta".

Tras aludir al "cambio razonable" que se avecina con la llegada al poder del PP, Aznar aseguró que adoptará la vía del diálogo y la concertación para resolver muchos problemas pendientes.

Sin embargo, Aznar matizó que las actuales circustancias nos obligan a ser "firmes contra la intolerania, el fanatismo, las conductas violentas y, desde luego, ante quienes predican o practican el terror. Nos obligan a ser firmes en la defensa del estado de derecho, del imperio de la ley y de los valores superiores de nuestra Constitución".

Finalmente Aznar dijo que el Gobierno que él encabecerá, en caso de vencer en las próximas elecciones generales, está preparado "para hacer el cambio, para acabar con la parálisis, la desconfianza y la corrupción".