Durante el trámite de modificación, los grupos parlamentarios propondrán la reforma total o parcial de las normas actualesque regulan el funcionamiento de la Cámara Baja, que ya fueron retocadas en 1989.

Félix Pons señaló que si el presidente del Gobierno se aviene a comparecer en el Congreso semanalmente, para someterse a controles al estilo inglés, "significaría el mayor cambio de talante sufrido por la vida parlamentaria desde 1977".

Felipe González se comprometió ayer en el debate de la "cumbre" europea de Maastricht a acudir semanalmente al Congreso, para responder durante 15 minutos a todas las preguntas plantadas por los parlamentarios.

MAS AGILIDAD

Ello significaría dar mayor agilidad y viveza a los debates parlamentarios, algo que reclaman desde hace tiempo todos los grupos políticos de la oposición, que recriminan las reiteradas faltas a los plenos tanto de González como de sus ministros.

También obligaría a los miembros del Gobierno a contestar de forma improvisada, no como ahora, que tienen tiempo para preparar de antemano sus respuestas, a las preguntas "candentes" que les hiciera la oposició.

El presidente del Congreso apuntó que el nuevo reglamento podría recoger la idea que ayer expuso el jefe del Ejecutivo, para que se convierta es algo estatutario, "en vez de ser un hábito".

Tras convocar la Comisión de Reglamento, sus miembros deberán debatir la creación de una ponencia, que servirá de base para modificar el actual régimen interno de funcionamiento.