Las dos proposiciones no de ley aprobadas en el Pleno de la Cámara Baja contaron con una enmienda transaccional consensuada entre todos los partidos que reclama al Gobierno una modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) a lo largo de la presente legislatura, para introducir el braille en las papeletas de voto.

La iniciativa, planteada inicialmente en el pleno por PNV y Chunta Aragonesista (CHA), contempla también el empleo de otro tipo de instrumentos y de medidas que garanticen a las personas con cualquier tipo de discapacidad el ejercicio libre y secreto del sufragio.

El diputado del Partido Nacionalista Vasco Emilio Olabarría celebró el apoyo recibido del resto de grupos parlamentarios y confió en que esta iniciativa sirva para acabar con la "situación de injusticia verdaderamente terrible" que padecen muchos invidentes.

Por su parte, el diputado de la CHA, José Antonio Labordeta, justificó esta proposición no de ley de su partido recordando "la obligatoriedad de los poderes públicos a garantizar la privacidad del voto de los ciudadanos".

RESPALDO UNANIME

El diputado del PSOE Elviro Aranda recordó que esta iniciativa ya estaba contemplada en el programa con el que su partido concurrió a los comicios generales de 2004, si bien apostó por que la reforma de la Ley Electoral sea más amplia, con el objeto de garantizar el acceso al voto libre y secreto de "otros discapacitados".

El diputado del Partido Popular Juan Carlos Vera afirmó que el coste económico de esta iniciativa no debe importar, ya que los beneficiados son personas discapacitadas, y apostó por desarrollar un estudio "serio y riguroso" que permita trasladar la accesibilidad no sólo a las papeletas electorales, sino también a otros elementos del proceso, como sobres, tarjetas y listas del censo.

El diputado de CiU Jordi Xuclá coincidió con el Partido Popular en la existencia de "algunos interrogantes" a la hora de facilitar el voto a los invidentes y, a modo de solución, mostró una papeleta de su partido que contaba con un distintivo de las siglas impreso en braille.

El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Tardá, expresó su "absoluto apoyo" a esta iniciativa y exigió un mayor compromiso al Gobierno a la hora de suprimir todas las barreras que dificulten la privacidad del sufragio.

La diputada de Izquierda Verde Carme García aseguró que en pleno siglo XXI debería sonrojar que las personas con deficiencias visuales tengan que depender de una persona de confianza a la hora de acudir a votar.

Finalmente, el diputado de Coalición Canaria Luis Mardones celebró el enriquecimiento del documento final con una enmienda transaccional consensuada entre todos los partidos y confió en que así se acabe con una figura como la del "lazarillo" que hasta ahora necesitaban los invidentes a la hora de ir a votar.