En una rueda de prensa posterior a la clausura del Octavo Congreso de la FSM, Lissavetzky comentó que lo primero que hizo al tener conocimiento de su triunfo fue saludar a su rival, José Acosta. En este encuentro ambos se han felicitado por sus respectivos resultados. "Vamos a trabajar conjuntamente", aseguró.

En este sentido, afirmó que no se va a aplicar ninguna política de exclusiones, ya que frente a lo que ocurre en otros partidos, en los que cuando uno pierde se va, "aquí cuano se pierde una votación se sigue trabajando por el partido".

Preguntado si el hecho de que Cristina Alberdi sea la nueva presidenta de la FSM supone que será candidata en las próximas elecciones autonómicas de 1999, el dirigente socialista resaltó que Alberdi "no puede ser descartada, porque fue una ministra del PSOE muy valorada, un referente social y una persona muy conocida".

No obstante, señaló que "no sería riguroso", decir que encabezará las candidaturas porque el partido hará elecciones pimarias para designar a los cabezas de lista a la Comunidad de Madrid y a los grandes ayuntamientos.

Lisssavetzky anunció que la FSM celebrará una conferencia en el plazo de unos 6 meses para estudiar la comarcalizacion del partido, dentro de un plan de descentralizacion.