El mosaico, llamado "battuto a la veneciana", está formado por mármoles de diferentes tonalidades que cubren una planta rectangular rematada en dos semicírculos y con una superficie de unos 104 metros cuadrados.

Una publicación de 1936 indica que el pavimento del vestíbulo era un mosaico de estilo veneciano, "magnífica obra de arte, imposible de reconstruir".

Desde su creación se han realizado cambios y además el mosaico ha sufrido daños por los usos que se ha dado al vestíbulo. Por ejemplo, a iniciativa del Conde de Romanones se instaló en él un restaurante que posteriormente se transformó en cafetería, y que se mantuvo hasta que en 1982 se inauguró la primera ampliación del Congreso.

La restauración pretende reintegrar las faltas y consolidar el mosaico, actualmente cubierto con una alfombra, aunque no se podrá recuperar el escudo cuartelado de Castilla y León original de la parte central ni las fechas originales de su ejecución, en 1850.

No obstante, se podrá recuperar un espacio importante de la decoración original del Palacio, que forma parte de su Patrimonio Histórico Artístico. Se prevé que las tareas duren seis meses y concluyan para las jornadas de puertas abiertas de diciembre.