La cuarta propuesta de reforma estatutaria que ha llegado en esta legislatura al Congreso de los Diputados, tras el denominado "Plan Ibarretxe", que no fue admitido a trámite, el de la Comunidad Valenciana y el de Cataluña, pasará ahora a ser tramitado en el Senado.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, celebró el acuerdo entre PSOE y PP, con la idea de que los populares han desmentido sus propios augurios sobre el texto, opinión con la que coincidieron el resto de los grupos.

No obstante, los portavoces de las formaciones nacionalistas reprocharon al partido mayoritario de la oposición su incoherencia tras el rechazo al Estatuto de Cataluña, e IU recordó que no puede patrimonializar una reforma promovida por el PSOE e Izquierda Unida.

El presidente del PP, Mariano Rajoy reiteró que el Estatuto de Cataluña "fue un error", no así el de Andalucía, que se ha hecho "con sentido común", y ante el que el Partido Popular "ha cambiado su voto, pero no su posición", al contrario que el PSOE.

Rajoy restó importancia a la mención a la realidad nacional en el preámbulo del Estatuto, y recalcó que en su artículo primero el texto aprobado hoy determina "lo que todo el mundo piensa", que Andalucía es una nacionalidad "dentro de la indisoluble unidad de la nación española".