En una reunión que se prolongó durante más de tres horas, el órgano de gobierno del Congreso estableció un calendario de actividades para poner en funcionamiento el trabajo parlamentario de la IX Legislatura.

El primer paso será la celebración el martes de la próxima semana de sendas reuniones de la Mesa del Congreso y de la Junta de Portavoces, en la que se convocará oficialmente el Pleno del 29 de abril.

Aunque no se ha avanzado en el diseño del calendario, las previsiones iniciales son que la primera sesión de control al Gobierno se produzca a finales del mes de mayo. Esa es una de las razones que esgrime el PP a la hora de solicitar la comparecencia del presidente del Gobierno para hablar sobre el abastecimiento de agua.

En una reunión que se prolongó por espacio de más de tres horas, la Mesa rechazó calificar el escrito presentado por el PP en ese sentido con el argumento de que se registró ayer por la tarde, cuando el plazo límite expira a medio día de la jornada anterior a la celebración de la reunión de la Mesa.

Aunque la vicepresidenta segunda de la Mesa, la popular Ana Pastor, pidió flexibilidad en este caso, la mayoría formada por el PSOE, CiU y PNV rechazó la iniciativa.

El deseo del PP es que el presidente del Gobierno dé cuenta en el pleno del Congreso de las medidas adoptadas por el Ejecutivo para solucionar la escasez de agua en Barcelona y sus alrededores.

Su primera intención, era que el pleno se convocara para los días 22 o 23 de abril, es decir, la próxima semana. Finalmente, la iniativa será calificada en la reunión de la Mesa del día 22 y se podrá plantera "in voce" en la posterior Junta de Portavoces, para su debate.

El argumento esgrimido por el PP para justificar la urgencia de esta convocatoria es que las dificultades de abastecimiento de Barcelona son un problema de plena actualidad, y por tanto la celebración de esa comparecencia se correspondería con la voluntad expresada por el PSOE de acercar el Parlamento a los problemas de los ciudadanos.