Éste fue uno de los ejes centrales del discurso pronunciado por Fidalgo ante el VIII Congreso onfederal de CCOO, en el que se presenta a la reelección como líder del sindicato.

A su juicio, el aparato productivo tiene "un grave problema de competitividad", que no se resuelve "deprimiendo" los costes laborales en un intento de preservar las "viejas" ventajas competitivas, sino que hace falta invertir en capacitación de la mano de obra con más recursos para capital tecnológico, I+D y educación.

El líder de CCOO hizo un repaso sobre la situación de los últimos cuatro años, en los que ha estao al frente del sindicato, y recordó sus críticas a las bajadas de impuestos del PP, las reformas educativas o el "decretazo" de reforma del sistema de protección por desempleo, que provocó la convocatoria de la huelga general del 20 de junio.

Fidalgo defendió que el sindicato "ha utilizado la capacidad de movilización con sobriedad" y afirmó que las acusaciones de celebrar huelgas políticas eran "injustas e impostadas". CCOO "tiende la mano a sus contrapartes para hacer reformas con equilibrio, pero o renunciará nunca al papel que le otorgan los trabajadores".

Frente a ellos, contrapuso los acuerdos de negociación colectiva alcanzados con los empresarios y los frutos que ha dado el diálogo social en materias como la formación continua, la ley de empleo, la ley concursal, el sistema de salud, la lucha contra la siniestralidad o los sistemas de pensiones.

PENSIONES

En este punto, Fidalgo criticó a quienes se instalan en el "catastrofismo", por un lado, o en la "demagogia", por otro, acerca dl futuro del sistema de pensiones, ya que son posiciones "negativas" que juegan con cuestiones de las que depende mucha gente.

Fidalgo reclamó la implantación de un derecho subjetivo de atención a las personas dependientes y una mejora de las políticas de familia, dos cuestiones que suponen un importante yacimiento de empleo y tendrán un efecto dinamizador sobre la incorporación de la mujer al mercado laboral.

La victoria del PSOE "ha generado muchas expectativas" entre los trabajadores, afirmó e líder de CCOO, quien reclamó al nuevo Gobierno "honestidad y apertura" para, aunque no acepte todas las reivindicaciones, al menos las escuche.

"El pacto será posible si nos ponemos de acuerdo en los objetivos" que se quieren conseguir con las reformas "y hay un equilibrio en lo que se pide a cada parte".

Fidalgo puso sobre la mesa una batería de propuestas sobre las que trabajar: mejora de las negociaciones colectivas, pero con la aceptación de los agentes sociales; más participación de los traajadores en las empresas; reforzar la estabilidad, la seguridad y los derechos de los asalariados, modificando contratos, pero también con pautas de competitividad; e impulsar la industria.

Asimismo, abogó por mantener las bonificaciones a la contratación, pero que sean decrecientes, descartando rebajas generalizadas; integrar a los inmigrantes, por la oportunidad que pueden suponer; trabajo en igualdad para la mujer como camino hacia el pleno empleo; y freno al incremento de la temporalidad entre losempleados públicos.

Las últimas palabras de Fidalgo se refirieron a la negativa del ministro de Defensa, José Bono, de otorgar derecho de sindicación a los militares y a los agentes de la Guardia Civil. "No se pueden negar derechos a los guardianes de nuestros derechos", concluyó.