Esta reforma, que fue la aprobada originalmente en el Congreso de los Diputados, contó hoy con 187 votos a favor, 147 en contra y 4 abstenciones.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó que esta iniciativa de su Ejecutivo responde a un compromiso electoral.

Se trata, según el presidente, de "un pequeño cambio legal", con la introducción de un párrafo al artículo 44 del Código Civil, que afirma: "El matrimono tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o diferente sexo".

Zapatero destacó que "no legislamos para gente remota y extraña, estamos legislando para nuestros vecinos, familiares y compañeros de trabajo, por una sociedad más decente, aquella que no humilla a sus semejante".

Añadió que el matrimonio entre personas del mismo sexo "es el triunfo de la libertad. Su victoria nos hace mejor a todos, a nuestra sociedad. No hay ataque al matrimonio o a la familia".

Finalmente, Zapatero expresó su profundo respeto por quienes rechazan los matrimonios gays. Además, pidió a los colectivos homosexuales, que "tanto escarnio y afrenta han sufrido", que "expresen su alegría con respeto a todas las creencias".

Tras la intervención de Rodríguez Zapatero, el diputado y presidente del PP, Mariano Rajoy, se levantó para solicitar la palabra, aunque el presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, se la negó. Rajoy argumentó que quería hablar puesto que lo había hecho el presidente del Ejecutivo y por la importancia del tema a debate.

"MOMENTO HISTORICO"

Previamente a la intervención de Rodríquez Zapatero, la diputada del PSOE Carmen Montón calificó de "momento histórico" la aprobación de esta reforma. "Tenemos la oportunidad de hacer posible la igualdad, la libertad, la justicia, la tolerancia y la plena ciudadanía", añadió.

Argumentó que "el matrimonio es una institución humana, cultural, no pertenece a ley natural y divina, será lo que la sociedad democráticamente decida. El Congreso debe regular las diversas formas afectivas de convivencia".

Por otro lado, Montón criticó al PP por sus continuos rechazos a igualar en derechos a los homosexuales y por las declaraciones, que calificó de "homófobas", de algunos de sus dirigentes, como las del presidente en funciones de la Xunta, Manuel Fraga, o la concejala en el Ayuntamiento en Madrid Ana Botella.

Por su parte, el diputado de la Chunta Aragonesista, integrado en el Grupo Mixto, José Antonio Labordeta, dijo que con esta reforma "ganamos todos" y anunció que acudirá como invitado a la primera boda gay que se celebre.

Francisco Rodríguez, parlamentario del BNG, defendió la conveniencia de legislar para todos los ciudadanos. "Hablamos de leyes y de responsabilidades entre personas adultas", aseguró.

El diputado de CC Román Rodríguez aseguró que "esta decisión hace más iguales a los ciudadanos del Estado español y permite la integración para un colectivo que ha sido ampliamente perseguido".

Por su parte, la diputada de ERC Rosa María Bonás criticó a la Iglesia católica y al PP por "no respetar" la laicidad del Estado español y recordó la obligación del Gobierno de atender las demandas legislativas de la sociedad.

SIN CONSENSO

La parlamentaria del PP Ana Torme reiteró que esta reforma no cuenta con el suficiente consenso, y añadió que el Consejo de Estado y la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, entre otros organismos, la rechazan.

También recordó el "millón" de personas que se manifestaron en Madrid contra las bodas gays y reprochó al PSOE "hacer oídos sordos" a las demandas de las familias.

La parlamentaria del PP concluyó afirmando que el Gobierno ha emprendido esta reforma "buscando un rédito electoral". "Ustedes han manipulado sin importarles crispar a la sociedad", dijo.