Los diputados que forman parte de la comisión que trabaja en la reforma del Reglamento habían previsto trasladarse al citado parador para rubricar el acuerdo anuniciado la semana pasada por los portavoces de los dos grupos mayoritarios, PSOE y PP.

El nuevo texto que regulará el funcionamiento interno de la Cámara tratará de agilizar los debates parlamentarios e incrementar el control al Gobierno y a su presidente, pero no regulará el uso de las lenguas cooficiales, como reclamaban las formaciones nacionalistas.

Por otro lado, el Grupo Socialista y el Popular acordaron que ningún aspecto del Reglamento pueda ser modificado en el futuro sin el consenso de los dos partidos mayoritarios.