"Por respeto a las víctimas de estos abusos, queremos pedir perdón por no haber obrado correctamente en algo que, como entidades de Iglesia, deberíamos haber cuidado, como son los espacios seguros y de confianza para nuestros niños, jóvenes y adultos vulnerables", dijo durante la jornada convocada por Confer para encontrar mecanismos en la prevención de los abusos.

"Estamos aquí porque queremos que lo que ha pasado no se repita. Queremos encontrar los mecanismos y ayudarnos unos a otros a encontrar caminos en la prevención de los abusos, porque nos interesa que nuestras realidades educativas, pastorales, asistenciales o las que sean, ofrezcan el lugar seguro para menores y personas vulnerables", agregó.

Según Zamora, la conferencia ha intentado servir de “vehículo de formación, de cauce de compartir inquietudes y formas de hacer bien las cosas”, "no para acallar la conciencia y mitigar el dolor infringido", sino porque las congregaciones religiosas siempre han querido “servir a los niños y jóvenes con honestidad, cuidado y dedicación desde los diversos ámbitos” en que trabajan “y hacerlo de manera eficaz, segura y convencida”.

"No nos convoca un periódico, aunque el detonante haya sido la publicación de una lista. No nos convoca cómo hacer frente y buscar argumentos para rebatir a una prensa que nos señala como congregaciones que han hecho algo mal. Nos convoca Confer porque ve la necesidad, surgida en vuestros institutos, de encontrar caminos, vías de solución, apoyos a una labor exigente que requiere toda nuestra atención para responder a las situaciones en las que estamos comprometidos de la manera más profesional, pastoral y eficaz posible frente al tema de los abusos", explicó.

NO UNA CARRERA

“No se trata de vernos en una carrera de quién tiene más o menos casos de abuso”, prosiguió, pues "un solo caso ya nos hace sentirnos muy dolidos y queremos poner el mejor y más eficaz remedio de que seamos capaces para prever, de manera rápida y con cabeza, haciendo las cosas bien que estas situaciones no se repitan nunca jamás".

“Y si se han dado ya, ver cómo atenderlas, responderlas, encararlas de manera eficaz y sin compararnos con nadie (pues aquí no cabe eso que a veces oímos “en otros sitios hay más casos de abusos y menos control”). Aceptemos cada uno de nosotros la parte que nos corresponde de no haberlo sabido hacer y buscar el mejor remedio de que seamos capaces”, reclamó.

El secretario general de Confer pidió a los asistentes que colaboren para que las instituciones de la Vida Consagrada sean “un lugar seguro de acompañamiento y crecimiento responsable para los niños, jóvenes y adultos vulnerables”. "Es nuestro compromiso con el Evangelio y queremos hacerlo bien, aunque cueste y sea doloroso", zanjó.