Esta es la conclusión de un estudio en el que la OCU ha realizado 74 pedidos de forma anónima en 6 ciudades españolas en supermercados de 16 cadenas diferentes. Las compras se hicieron por teléfono, en Internet y en los propios establecimientos.

La OCU advierte que, para que los alimentos refrigerados y congelados no se estropeen antes de tiempo, deben mantenerse a ciertas temperaturas: entre 1 y 8 grados en el caso de los lácteos, y por debajo de -18 gradosen el caso de ultracongelados, que pueden llegar a un máximo de -12 durante el tiempo que pasan expuestos en los muebles frigoríficos.

"Esta importante norma se quebranta casi por sistema, e independientemente de que se provean o no envases isotérmicos, ya sea porque los alimentos no están lo bastante fríos durante el tiempo que pasan almacenados o expuestos, ya sea porque pasan muchas horas a temperatura ambiente antes de ser definitivamente entregados o porque no se transportan en vehículos adecuado", dice la asociación de consumidores.

De hecho, en 60 de los 71 pedidos en los que se incluyeron productos refrigerados (natillas y yogures), se excedía la temperatura máxima permitida, "a menudo con creces"

En el caso de los productos ultracongelados, la OCU cree que el asunto es "desolador" porque, en un 15% de los casos, llegaron a los domicilios por encima de los cero grados centígrados.

El informe de la OCU también valoró si las compras llegan en buen estado y concluyó que esto sucede n el 70% de los casos, mientras que en el 30% restante se registró al menos un defecto leve.

Con relación a la compra de lejía en casi seis de cada diez ocasiones, no se empaquetó por separado, lo que contraviene la norma sanitaria que prohíbe transportar juntos alimentos y productos tóxicos.

Como resumen, la OCU considera que los envíos a domicilio de los supermercados son una idea brillante cuya práctica debe mejorar. Esto es especialmente necesario en lo que respecta al envío de productos conglados y refrigerados.