Fraga acepta que son cuestionables las medidas de presión que han adoptado los pescadores españoles, pero cree que la razón les asiste, por lo que pidió decisiones urgentes de la Comisión para evitar artes ilegales y proteger los recursos del mar.

En los pasillos del Parlamento gallego, y a preguntas de los periodistas, Fraga consideró evidente que el problema es serio y que afecta de manera especial a España por el propio contenido del Tratado de Adhsión.

Tras constatar que los periodos transitorios en materia de pesca hacen que España carezca todavía de estatuto definitivo dentro de la Unión Europea, el jefe del Ejecutivo gallego apuntó que es fundamental "empezar las cosas por los cimientos".

Manuel Fraga estimó necesario mantener un criterio de protección de los recursos naturales, y consideró convenientes y fundamentales cambios técnicos en relación con el uso de las volantas, "sobre todo si son ilegales, como parece en esta ocasión".

Fraga dijo que "la Comisión tiene que tomar una decisión clara, de la manera que sea, y buscar un sistema de inspección, porque aquí es evidente que no puede aplicarse el principio de subsidiariedad. Si los inspectores de la Comunidad no tienen facultades, puede ocurrir que los estados no tengan un interés máximo, como parece que ocurre ahora, por razones políticas internas, en hacer los controles necesarios".

El presidente de la Xunta resaltó que hasta el momento los acuerdos no se han cumplido. Tabién recordó que el Gobierno gallego ya dispuso de barcos, junto con el País Vasco, para facilitar la inspección contra el uso de redes ilegales y reiteró que esos barcos están a disposición de los inspectores comunitarios, aunque estimó que "posiblemente ocho sean muy pocos".

Sobre los incidentes de los días pasados, Fraga constató que "la paciencia se acaba. Alguno de los actos de ayer puede ser opinable o discutible, pero no puede ser tenido en cuenta en cuanto al fondo de la razón, que sin duda tinen nuestros pescadores", concluyó.