Millares de personas se han concetrado durante esta mañana en el puerto lucense, donde a partir de media mañana comenzaron a entrar pocos a poco los más de trescientos pesqueros de la flota bontera del cantábrico.

Tras una tensa espera de tres horas a unas quince millas de la costa, la mayoría de los barcos españoles decidieron arrancar motores y poner rumbo a Burela, en contra de los deseos del Gobierno, que se comprometió en Bruselas a entregar el pesquero "La Gabrielle" a las autoidades francesas.

Los patrones de los boniteros españoles estiman que en alta mar es imposible comprobar la longitud de las redes del pesquero francés y finalmente optaron por dirigirse a Burela. Cuando una de las patrulleras ordenó al "Villa de Ondárroa" invertir el rumbo y mantenerse en aguas internacionales, los tripulantes del pesquero español replicaron indicando que disponían de gasolina suficiente para prender fuego a la embarcación que remolcaban.

El secretario general de Pesca Marítima dl MAPA, Xosé Loira, ha estado desde la pasada madrugada en Burela tratando de llegar a un acuerdo con los representantes de las cofradías del cantábrico. Fuentes del sector indicaron que regresó a Madrid en cuanto los boniteros pusieron rumbo a puerto, en contra de las condiciones del Gobierno y los compromisos adquiridos con los franceses.

El ambiente en Burela oscila entre la tensión contenida y la euforia por haber llevado finalmente las pruebas a puerto, donde la cofradía de pescadores ya pidió lapresencia de un notario para levantar acta del contenido del pesquero "La Gabrielle", en el que según algunos tripulantes de pesqueros españoles había volantas de 12 a 14 quilómetros -la medida máxima legalizada por la UE es de 2,5 km-, un rifle y dos diarios de pesca diferentes.

NO ES PIRATERIA

Portavoces de los boniteros españoles aseguraron que llevar a puerto gallego el buque francés no es en absoluto un acto de piratería, dado que "La Gabrielle" fue abandonada por sus tripulantes durante los inidentes del pasado sábado.

Sobre la actuación de las patrulleras españolas, las versiones fueron contradictorias. Mientras algunos tripulantes vieron en las embarcaciones de la Armada un apoyo a su propia seguridad, otros denunciaron que estaban "llenas de guardias civiles listos a disparar", y apuntaron que "si nuestra armada defiende a los franceses que se vayan a Francia".

Los responsables de pesca de las cuatro autonomías del cantábrico prevén reunirse esta tarde en Galicia para buscar una soución al conflicto.