Los habitantes de Torrelaguna ya conocían que las imágenes de los dos patronos de Madrid pemanecían desde la Guerra Civil en la capital, pero ahora están "muy indignados" porque en la nueva catedral de La Almudena aparecen como cedidas por el ayuntamiento madrileño, porlo que reclaman que se aclare su origen.

En relación con este conflicto, Carmen Priego, responsable de los Museos Municipales de la capital, manifestó a Servimedia que "hasta que no se demuestre lo contrario, esas imágenes pertenecen al Ayuntamiento de Madrid", puesto que procedieron del colegio municipal de la Paloma cuando ingresaron en 1936.

"¿Cómo pueden demostrar que eran de allí?", se preguntó refiriéndose a Torrelaguna, para agregar que "lo que hace falta es que el testimonio no sólo fuerade declaraciones de las personas mayores del pueblo, sino que se documentara con escritos y fotografías".

La alcaldesa de Torrelaguna, María Paz Miguel, manifestó a esta agencia que "si quieren documentos de los santos, los hay: las imágenes no pertenecen al Ayuntamiento de Torrelaguna, pero sí a la Cofradía de San Isidro y Santa María de la Cabeza de aquí, y ellos tienen documentos, desde su fundación, y tienen, asimismo, el escrito donde está indicada la orden de realización de las tallas".

Segn un representante de la Cofradía de San Isidro de Torrelaguna, Mariano Cid, existe un documento de la cofradía que da cuenta en 1694 de su fundación y del encargo de la efigie del santo, "por mano del célebre escultor don Pedro Arufo", con un coste de 1.040 reales.

Mariano Cid agregó que, de acuerdo con ese mismo escrito, en 1697 la imagen se puso en el retablo, "que está al entrar por la puerta principal de la Iglesia parroquial, con el consentimiento del señor cura, Esteban de Velasco, y de todos ls vecinos de esta villa".

Los documentos de la cofradía recuerdan que la efigie de Santa María de la Cabeza fue esculpida en 1698, mientras que, en 1752, retocaron los santos y en 1783, colocaron los dedos restaurados de una mano de Santa María.

Cid manifestó que durante la Guerra Civil de 1936, la Junta de Defensa del Tesoro Artístico pidió al Ayuntamiento de Torrelaguna que reuniera todas las obras u objetos de valor interesante que se salvaron de los atropellos de los primeros meses de la guera, según una orden que aparece en unos legajos del municipio.

Todos los cuadros e imágenes fueron trasladados en tres camiones al Museo del Prado y, desde allí, al colegio de la Paloma, y, una vez concluida la guerra, las imágenes fueron trasladados a la catedral de San Isidro, a petición de monseñor Eijo y Garay.

Años más tarde, en 1945, "la Hermandad de Torrelaguna recibe (del Obispado de Madrid) en un ostensorio de plata, una reliquia de San Isidro, y aunque nunca se supo por qué, puede suponese como una compensación por haberse quedado con las imágenes", recalcó Mariano Cid en las mismas declaraciones a esta agencia.

EL ARZOBISPADO SE LAVA LAS MANOS

Por otro lado, un portavoz del Arzobispado de Madrid requerido por Servimedia, manifestó al respecto que no tiene "nada que ver en el conflicto", ya que "a nosotros nos fueron cedidas ambas imágenes por el Ayuntamiento de Madrid para la catedral, y no sabemos nada más".

La polémica, a juicio de todas las partes consultadas por esta agenia, quedaría resuelta si apareciera alguna fotografía o imagen del retablo de la parroquia de Torrelaguna anterior a la Guerra Civil, donde figuraran los santos en el retablo mayor, porque sería la clave para demostrar el verdadero origen de los patronos de Madrid.

Las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza permanecen en la actualidad en la cateral de La Almudena de Madrid, consagrada por el papa Juan Pablo II el pasado 15 de junio.