Según consta en el sumario, al que ha tenido acceso Servimedia, Pindado le dijo a Del Temple, después de delatar desde Cartagena de Indias (Colombia) a un `correo' que intentaba pasar dos kilos de cocaína por el aeropuerto de Barajas, que regresara urgentemente a España, pero que no dijera nada a nadie, "ni con mis amantes, queridas o novias".

"No entiendo realmente el interés que tienen en hablar a solas conmigo y que nadie sepa que he llegado a España. Se lo cre o no, señoría, esto me da un poco de temor; desde luego, esto (una jugada sucia entre ambos) el comandante no me lo perdona".

La declaración de Ramón del Temple es un continuo reproche a los guardias civiles por lo mal que se han portado con él, después de todos los servicios prestados.

"El comandante Pindado, este señor con su intransigencia es el único culpable de todo lo que está sucediendo; siempre está con la amenaza en la boca. Hace unos días hablé con Porras (guardia `arrepentido') para sber cómo estaban las cosas en España; para anticiparle que cuando me buscaban para matarme hasta el propio Serrano nadie hizo nada por mí, nadie me dio una palmada en la espalda ni me ayudó; me encontré totalmente solo (...)".

Más adelante, el confidente de Pindado cuenta a Garzón que el capitán Núñez Calvo, "número dos" de la Ucifa, es una "bellísima persona" y que fue quien le asignó al guardia `arrepentido' Vicente Domínguez para que se hiciera pasar por sobrino suyo en una operación de captura de iez kilos de cocaína en Barajas.

Del Temple no guarda buen recuerdo de Domínguez, que siempre le pareció "un poco chulo, pedante y muy sabio"."Aunque después de su metedura de pata", añade en la declaración, "ha demostrado que siempre fue un chulito sin fundamento, y su señoría sabe que yo nunca hablo por hablar".

AYUSO ORDENO SEGUIR A GARZON

Por su parte, Domínguez Serrano, en una posterior declaración sumarial ante Garzón, niega haber recibido 450.000 pesetas y haber amenazado a Del Temple co meterle un balazo "en los cojones" como asegura éste.

La versión de este número de la Benemérita es que recibió 750.000 pesetas porque tiene un hijo que se está quedando sordo. "Le tengo que comprar unos aparatos y entre médicos y demás no tenía dinero".

Sin embargo, Vicente Domínguez reconoce más adelante que un confidente le dio medio millón de pesetas correspondiente a una recompensa por otro alijo.

Es el propio guardia quien le comunica al juez Garzón que ha estado siendo seguido durant la "Operación Nécora" desarrollada en 1990 en Galicia, por efectivos de la Ucifa, dentro de un servicio de seguimiento que supuestamente ordenó el responsable último de la Ucifa, el coronel Arsenio Ayuso.