Monseñor Carles considera que varios países, "con grave inconsecuencia, reclaman en esta Conferencia el derecho de la selección prenatal. Una vez más, la semántica disfraza con palabras neutras graves crímenes, pues la selección pide el aborto de niñas, no niños, no nacidas; la esterilización forzada o la obligación de utilizar anticonceptivos".

Asimismo, señala que en la sociedad actual aparecen nuevas formas de alienación y explotación de la mujer coo objeto, alimentadas, asegura, por los medios de comunicación.

Para el arzobispo de Barcelona, estas nuevas formas de explotación de la mujer las desarrolla una cultura "hedonista e individualista" y constituyen una ofensa permanente a la dignidad de la mujer.