LA CONFERENCIA EPISCOPAL ULTIMO LA REDACCION DEL NUEVO DOCUMENTO SOBRE EL ABORTO

MADRID
SERVIMEDIA

El Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, presidido por el cardenal Narcís Jubany, ultió hoy la redacción del nuevo documento sobre el aborto, que será presentado públicamente el próximo 10 de abril, según informaron fuentes de la Conferencia Episcopal.

La redacción del documento, que contendrá cien preguntas referidas a la interrupción del embarazo con sus correspondientes respuestas, ha sido encargada al periodista Ramon Pi, con el fin de que sea fácilmente comprensible. En la elaboración han participado varios médicos y teólogos españoles.

Según informó el pasado jueves el diari "Abc", que tuvo acceso al último borrador del documento, éste llevará por título "El aborto, cien cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos".

En el primero de los cinco apartados que contiene el texto, se aborda el tema del aborto y el origen de la vida humana; el segundo trata las formas de realización del aborto; el tercero, las leyes que lo regulan; el cuarto, las exigencias éticas del Estado, y el quinto se centra en lo que los católicos deben hacer nte el aborto.

De mantenerse finalmente la estructura del último borrador, la tercera pregunta presentará, por ejemplo, la siguiente cuestión: "¿Es un ser humano el fruto de la concepción en sus primeras fases?".

En la contestación se dice que "desde que se produce la fecundación, mediante la unión del espermatozoide con el óvulo, surge un nuevo ser humano distinto de todos los que han existido, existen y existirán".

"En este momento", prosigue la respuesta, "se inicia un proceso vital esencalmente nuevo y diferente a los del espermatozoide y del óvulo, que tiene ya esperanza de vida en plenitud. Desde ese primer instante, la vida del nuevo ser merece respeto y protección, porque el desarrollo humano es un continuo en el que no hay saltos cualitativos, sino la progresiva realización de ese destino personal".

Otra de las preguntas trata uno de los principales argumentos que esgrimen las personas que practican la interrupción voluntaria para justificar sus actuaciones: "Mi cuerpo es mío". "El hecho de que en una determinada fase de su vida", considera la Iglesia, "el hijo necesite el ambiente del vientre materno para subsistir, no implica que sea una parte de la madre. Desde la fecundación, tiene ya su propio patrimonio genético distinto del de la madre, con quien mantiene una relación similar a la del astronauta con su nave: si saliese de ella moriría, pero no por estar dentro forma parte de la nave".

El documento también dedica un análisis a los tres puntos recogidos en la legislción española sobre interrupción voluntaria del embarazo.

LOS TRES SUPUESTOS

Según el Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, son "muy raros" los casos de abortos terapéuticos, es decir, aquellos en los que el embarazo pone en peligro la vida de la madre.

En cuanto a los abortos por violación, se afirma que en esos casos "el aborto no remedia nada, ya que la violación no puede dejar de haber existido, y el hijo fruto de la violación es completamente inocente. Abortar por causa de violaciónno tiene nada que ver con la ética, porque no es una actitud ética el tratar de compensar una injusticia con otra injusticia".

En la pregunta número 57 del borrador se plantea la cuestión de la subnormalidad en el futuro niño y la necesidad de abortar para evitar su sufrimiento y el de su familia.

"Pensar de esta manera conduce a la aberración de suponer que dar muerte a un ser humano en determinadas circunstancias es hacerle un favor", precisa el comité episcopal.

"Además", añade, "la experencia nos muestra continuamente que personas aquejadas de graves taras físicas, que, según la ley española, podrían haber sido matadas impunemente antes de nacer, han prestado y prestan servicios relevantes, y aun espectaculares, a la comunidad humana".

(SERVIMEDIA)
15 Mar 1991
JRN