Martínez Camino salió hoy al paso de las distintas interpretaciones que se han querido dar sobre la elección del obispo de Bilbao como presidente de la CEE y reiteró que el proceso electoral se ha ajustado "a la normalidad y continuidad institucional en la Conferencia Episcopal".

En este sentido, descartó que la elección de Blázquez haya sido una sorpresa para la propia institución o que en la renovación de cargos haya podido influir la relación que mantienen en la actualidad la Conferencia Episcopal y el Gobierno. "No ha tenido que ver con factores externos" a la institución, aseveró Martínez Camino.

Preguntado por la influencia que tendrá en la relaciones Iglesia-Estado la presencia de Blázquez al frente de los obispos, Martínez Camino se remitió a las primeras declaraciones del recién elegido presidente, en las que leyó unas líneas del discurso inaugural de su predecesor.

"Es decir", señaló el portavoz de los obispos, "que las relaciones con el Gobierno y con la sociedad se mantendrán, muy probablemente, en las mismas coordenadas". "Ha habido renovación de personas, pero no hay cambios de programas", recalcó.

El secretario general de la Conferencia también quiso aclarar las informaciones que han hablado de la posible división en el seno de la institución entre grupos nacionalistas, moderados o progresistas.

Sobre esta "asimilación de comportamientos de la vida política", matizó que en la CEE no hay partidos políticos ni grupos organizados. "En la CEE la diferencia (con la vida política) es mayor que la semejanza".

Por último, Martínez Camino anunció un encuentro entre el nuevo presidente de la CEE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sin fecha aún determinada.