Del Río ha resaltado que este protocolo de colaboración en las emergencias es un signo de "la comunión de los que trabajamos por los más necesitados, signo de participación y de no ser competencia unos de otros".

El objetivo de este acuerdo es ser cauce de colaboración entre las dos instituciones en cuanto a la información, la sensibilización y la ayuda concreta a los pobres.

Después de la experiencia de colaboración de todas las congregaciones ante la situación de emergencia sufrida por el tsunami del 2004 en el Océano Índico, Confer y Cáritas unen ahora sus esfuerzos para servir de apoyo a las congregaciones que se encuentren en lugares de misión y que no cuentan con el respaldo de ninguna ONG, bien de la Congregación o de fuera e ella.

El presidente de Confer señaló el gran aprecio que la vida religiosa tiene por la labor que Cáritas desarrolla, y añadió que este acuerdo es un "gesto que consolida nuestra conciencia de Iglesia y nos lleva a trabajar juntos en lo que preocupa a la Iglesia: las pobrezas".