Según esta patronal, oficios tradicionales del Metal, como mecánicos de mantenimiento, mecánicos ajustadores, operarios de máquina herramienta, caldereros, soldadores, matriceros, fresadore y torneros son algunos de los más solicitados por las empresas en los que resulta difícil cubrir la demanda.

Entre las razones de esta situación, Confemetal señala como las principales el escaso atractivo social de la formación profesional, la ausencia de fórmulas eficaces de aprendizaje, la desaparición de las escuelas de aprendizaje, la mayor especialización productiva y la reducción del tamaño de las empresas.

A estos déficits se une además el hecho de que, tras la reconversión industrial, muhas de las tareas tradicionales del sector se consideraron condenadas a desaparecer y hoy, tras la recuperación de la actividad, vuelven a registrar demanda, si bien con un grado de cualificación mucho mayor.

Asimismo, la escasez de mano de obra en las industrias del Metal se concentra en profesiones tradicionalmente muy masculinizadas, con una presencia femenina poco menos que testimonial, pese a que la actividad productiva actual, cada vez más tecnificada y automatizada, no exige una especial resistncia o fortaleza.