Según Confemetal, la supresión de la "ultraactividad" serviría "pra dar un mayor dinamismo a la negociación y para adaptar las relaciones laborales eficazmente al entorno de competitividad en el que se encuentran las empresas".

Confemetal argumenta que "la actual concepción de la negociación colectiva convierte a los convenios en inderogables, imponiendo unos criterios -de tipo totalizador y cerrado- heredados de las antiguas ordenanzas y reglamentaciones de trabajo, a otros más razonables que se derivarían de la voluntad de las partes".

A su juicio, la negocición colectiva, "a pesar de la tímida y llena de carencias reforma del 94 y a la espera de la aplicación de la del 97, un instrumento que atenúa las reglas del mercado aplicables en concreto al del trabajo, lo que supone que se mantengan unidades de negociación y convenios poco flexibles y nada acordes con la realidad económica".