Los nuevos embalses tendrían capacidad para almacenar más de 3.366 hectómetros cúbicos, siendo el de Andévalo, en Huelva, el más importante, ya que podría recoger 800 hectómetros cúbicos.

La Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda) mantiene que la construcción de 21 de estos embalses ocasionará un importante impacto ambiental.

Por ello, el vicepresidente de la Coda, Santiago Martín, ha escrito al presidente de la Confederación Hidrográfica el Guadiana solicitándole que revise los planes hidrológicos de cuenca.

Según un informe elaborado por los conservacionista, los embalses de La Garita, El Cañal, Piedrala, Abenojar, Agudo, La Colada, Sierra Brava, Ruecas, Gargaligas, Cubilar, Las Cruces, Sierra Bermeja, Cerros Verdes, Villalba Barros, Riscos de Higuela, Puertos de Guadarranque, Andévalo, Sanlúcar, Blanco y Jarrama y la ampliación de el de Torre de Abraham incidirían negativamente en el hábitat.

Santiago Martín considera que las oras destruirán amplias extensiones de bosque autóctono bien conservado que sirve de refugio de especies protegidas y en peligro de extinción, como el lince, el águila imperial, el buitre negro o la nutria.

Estos proyectos afectan a las provincias de Cuenca, Ciudad Real, Córdoba, Cáceres, Badajoz y Huelva, y servirían en muchos casos para abastecer de agua a nuevos cultivos de regadío.

Aunque la CE está apoyando económicamente el abandono de tierras y la extensificación de los cultivos, los proyecos de directrices contemplan la puesta en regadío de 180.000 nuevas hectáreas.

La Coda ha criticado esta política hidráulica, por considerarla no rentable, y ha insistido en el daño medioambiental que está provocando.

Los responsables de la coordinadora ecologista han anunciado la convocatoria de movilizaciones "contra estos absurdos proyectos, que únicamente van a beneficiar a las empresas que los construyan", si no son retirados o modificados.