De acuerdo con estos datos, en España hay 895.000 conductores profesionales, de los que dos terceras partes son autónomos y el resto asalariados. De todos ellos, 184.000 pertenecen al sector de vehículos pesados de mercancías, 607.000 al de vehículos ligeros de mercancías, 34.000 al de vehículos de viajeros de más de nueve plazas y 700.000 al de vehículos de viajeros de menos de nueve plazas.

CCOO asegura que de las 5.000 víctimas mortale en carretera registradas el año pasado, 3.156 eran conductores no profesionales y 395 conductores profesionales, de manera que estos últimos representaron el 12,5% del total de conductores muertos.

Según CCOO, el 54% de los conductores profesionales muertos son conductores de vehículos de menos de 3.500 kilos. Denunció que éste es "un subsector desregulado, con deficiencias profundas en formación, sometido a una competencia salvaje y sin verdaderas estructuras empresariales". Destacó que sólo en el sgmento de furgonetas hubo 213 muertos, una cifra similar a la del sector de la construcción.

Para CCOO, una de las causas fundamentales de los accidentes entre los conductores profesionales es la fatiga, debido a que la legislación española fija una jornada de 12 horas para el sector y la posibilidad de verse obligado el conductor a trabajar hasta 60 horas a la semana, una jornada que, a juicio del sindicato, es "excesiva", sobre todo cuando en toda Europa se va hacia la jornada de 35 horas semanales. Además, CCOO cree que a los accidentes entre los conductores profesionales habría que añadir una serie de patologías propias de este personal, como sorderas, alteraciones cardiovasculares, hipertensión y alteraciones de sueño, entre otras.

Por todo ello, CCOO considera "indispensable" la reducción de la jornada laboral, la ampliación de descansos, la reducción de la edad de jubilación y un mayor control y educación sanitarios. "En ello va la vida no sólo de los conductores profesionales, sino de os ciudadanos usuarios de las carreteras", concluye.