La sentencia judicial, a la que tuvo acceso Servimedia, impone el pago de una indemnización porla citada cuantía al Sindicato de Sanidad de Madrid de CCOO y a tres delegados de este sindicato en el geriátrico "Santo Duque de Gandía", ubicado en la capital de España.

El fallo considera probado que la empresa consiguió deponer de su cargo a los sindicalistas ofreciendo a cambio a los trabajadores la posibilidad de elegir libremente las fechas de disfrute de las vacaciones, especialmente en verano.

Con esa promesa, que además fue luego incumplida, la gobernanta de la residencia geriátrica y cñada del secretario general de la empresa consiguió que un grupo de unos 20 empleados convocara una asamblea para forzar la destitución de los delegados.

Posteriormente, la empresa inició una recogida de firmas para lograr la mayoría y convocar la asamblea, en la que las razones alegadas por los promotores de la revocación fueron "una inadecuada utilización de las horas sindicales" por parte de los delegados y que "no querían nada con CCOO".

La magistrada entiende que la asamblea se realizó por u procedimiento ilegal, al no estar presidida por los delegados de personal, y que en la actuación de la empresa hubo "trato discriminatorio por afiliación sindical".

A su juicio, la conducta antisindical de la empresa, aunque no ha supuesto un perjuicio material, sí ha causado un daño moral a los delegados, ya que se les ha obstaculizado y privado del ejercicio del derecho fundamental de representación por estar afiliados a una organización sindical.

Por todo ello, la magistrada considera ajustad la indemnización solicitada por los demandantes, cifrada en cuatro millones de pesetas (uno para cada delegado y el otro para el sindicato).

La sentencia impone el pago de la indemnización a la "asociación de hidalgos", porque estima que los trabajadores fueron "un mero instrumento del verdadero causante e instigador de la actuación sindical atentatoria del derecho fundamental: la empresa".

En opinión de la magistrada, la gobernanta del geriátrico, Anunciación Serna, se sirvió de su cargo para, ediante presiones y promesas, intentar eliminar la actividad CCOO en la empresa, "contraviniendo así las más elementales reglas de los principios democráticos".