El juzgado ha condenado al Servicio de Salud al pago de 30.435 euros ocasionados por la asistencia medica prestada a un varón de 57 años de edad, "al que equivocadamente el Servicio Andaluz de salud le había diagnosticado un cáncer de vesícula metastático de grado terminal", según señala en una nota la Asociación El Defensor del Paciente.

A la vista de dicho diagnóstico, en noviembre de 2005, el Hospital Carlos Haya "decide tratarlo con quimioterapia, y dada la tardanza para una posible intervención, el paciente se ve en la necesidad de acudir a la Clínica de Navarra", añaden.

La sentencia considera probado que al paciente "le fue diagnosticada una gravísima enfermedad que ponía en peligro su vida, y que el hospital de Málaga iba a tardar dos meses y medio en aplicar dicha quimioterapia, por lo que se justifica que acudiera a una clínica privada", según afirman desde la asociación.

Asimismo, subrayan que se trata de una clínica "cuyo prestigio en materia oncológica es de conocimiento notorio, donde a los dos días se inició la quimioterapia, estando justificado el reintegro de los gastos causados, sin perjuicio del posible error médico cometido".

"La sentencia en sus fundamentos considera que en este caso existía urgencia vital, y por eso ordena pagar todos los gastos que ha tenido el paciente al acudir a la sanidad privada", afirman desde la asociación.