El acusado recogió a la joven cuando hacía auto-stop a la salida de Mieres ofrciéndose a llevarla a Oviedo. Sin embargo, a la altura de Las Sesgadas se desvió por otra carretera, según recoge la sentencia.

La joven, cuando se dio cuenta,pidió a Angel que la dejara bajar delvehículo, a lo que éste le respondió que tan sólo pretendía visitar una granja en las cercanías de la zona y que no tardaría más de cinco minutos en ver los animales, razón por la que la joven aceptó.

Poco después, continúa la sentencia, el acusado detuvo el vehículo y comenzó a tocar a la mujer quien ogró salir del coche y darse a la fuga. No obstante, ésta subió de nuevo al coche al comprobar que el lugar estaba deshabitado y después de que Angel le pidiera disculpas.

El acusado detuvo de nuevo el coche en las cercanías de Oviedo y persiguió a la joven, que se había tirado del vehículo en marcha, hasta que la alcanzó y consumó la violación.

Durante el juicio el minero negó en todo momento que hubiese consumado la violación, aunque reconoció que había tocado a la víctima.