El sacerdote fue acusado de presionar a la joven M.A.G. para que retirara la denuncia contra Spínola que era secretario del Tribunal Eclesiástico de Sevilla, por un presunto delito de proposiciones deshonestas al intentar abusar sexualmente de ella.

El cura Carlos Blanco declaró ante el juez que lo único que quería era aconsejar sacerdotalemente a la joven, porque estaba convencido que no estaba diciendo la verdad, y negó que pretendiera intimidarla.

Blanco manifestó que le pidió a la joven que reflexionara porque podría quedarse sin abogados y encontrar muchas dificultades para conseguir la nuidad matrimonial que había solicitado.

La joven denunciante declaró sin embargo que el sacerdote sólo pretendía encubrir a su compañero de tribunal y dijo sentirse intimidada y presionada.

Carlos Blanco, que tendrá que ingresar en prisión en breve, llegó a sufrir una insuficiencia coronaria durante el gran escándalo que este caso levantó en Sevilla.

Los hechos iniciales ocurrieron en 1992, cuando la joven M.A.G. se dirigió al Tribunal Eclesiástico sevillano para tramitar una separación. El scretario del tribunal, Manuel Spínola, fue también condenado en una sentencia anterior, ya que quedó probado que intentó abusar sexualmente de la joven.