Según la setencia, l 9 de febrero de 1991 Pérez Pichardo se encontraba con la intención de cazar en la zona conocida como Casa-Pared de La Cañada, en Almonte (Huelva) y en las proximidades del Parque Nacional de Doñana.

El cazador fue sorprendido por el guarda Alvarez Duque y ambos iniciaron una discusión. Tras ésta, cuando la víctima se disponía a abandonar el lugar, recibió dos disparos por la espalda y a menos de 50 centímetros.

El homicida, al ver que el guarda se desplomabaen el suelo y que no respiraba, le oció el cuerpo con la gasolina de su moto y posteriormente le prendió fuego para impedir que fuese identificado.

En la vista oral, celebrada la semana pasada en la Audiencia onubense, el ministerio fiscal pidió una pena de 28 años de cárcel y una indemnización para la viuda e hijas de la víctima de 13 millones de pesetas cada una, mientras que la defensa solicitaba la libre absolución.

Esta discusión entre el cazador furtivo y el guarda forestal fallecido se suma a otras ya producidas en la comara de El Condado en el Parque Nacional de Doñana, zona en la que se practica frecuentemente la caza furtiva.

Los guardas denuncian a los cazadores furtivos a menudo, pero estas denuncias van derivando en continuos odios que acaban en discusiones y a vecs, como en este caso, hasta en tragedia.