La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional les condena por un delito de enaltecimiento de conductas terroristas, con la atenuante derivada de una situación de embriaguez.

Los hechos que han dado lugar a la sentencia se produjeron en la noche del 21 al 22 de marzo de 2003, en San Sebastián, cuando Iker Santamaría Álvarez y Miguel Aguirre Barahona, puestos de acuerdo, realizaron hasta 12 pintadas "con la intención de ensalzar a la organización terrorista ETA, así como a sus integrantes y postulados".

Así, armados con un cubo de pintura blanca y una brocha,escribieron en una calle, entre otras cosas, la palabra ETA, Euskal Presoak, y dibujaron el anagrama de la banda terrorista.