La sentencia, leída por el ponente de la sala Antonio Muñiz, condena a los agentes al pago de 20 millones de pesetas en concepto de indemnización a la viuda del trabajador fallecido, declarando responsablecivil subsidiario al Estado español.

La Audiencia Provincial de Santander absuelve a los otros acusados, los guardias civiles Juan Carlos Dios Martín, Hilario Corral Martinez, José Ramón Gallego y Antonio Gutiérrez Arenas, el capitán Alvaro Gutiérrez Cantón y al teniente coronel Pablo Monge Minguillón, de los delitos de imprudencia temeraria y omisión del deber de socorro por los que se les juzgaba.

La sentencia dictamina que la causa de la muerte del trabajador Gonzalo Ruiz fue una insuficienciarespiratoria aguda debida a la inhalación de humos tóxicos de los botes de humo, arrojados en el interior del garage donde se refugio el fallecido.

La sala de la Audiencia Provincial de Santander, que afirma que los dos guardias civiles condenados obraron "por propia y personal iniciativa y sin haber recibido orden alguna al respecto", asegura en la sentencia que los condenados arrojaron los botes de humo conociendo "su toxicidad y nocividad para la salud en lugares cerrados y con olvido de las precauiones y advertencias que en las instrucciones de uso se establecen".

El abogado de la acusación particular, el letrado Javier Gómez Acebo, mostró su satisfaccción con la sentencia, aunque reconoció que le molesta que el fallo del tribunal no afecte a todos los responsables de los incidentes de Reinosa.