A mediados de noviembre de 2004, una ciudadana de Humanes de Madrid contactó con la asociación La Voz Animal para denunciar que unos vecinos suyos maltrataban reiteradamente a un perro cachorro, según informó hoy a Servimedia la portavoz de esta entidad, Beatriz Menchén.

Debido a las lesiones que presentaba, el animal tuvo que ser sacrificado en una clínica veterinaria de la localidad, pero miembros de La Voz Animal solicitaron una necropsia para esclarecer las causas de la muerte.

El informe veterinario determinó "la existencia de hematomas perirenales y fracturas de costillas, que indican que el animal ha sufrido un politraumatismo".

Posteriormente, la asociación La Voz Animal denunció los hechos ante el Juzgado número 1 de Instrucción de Fuenlabrada, por un presunto delito de maltrato animal, recogido en el artículo 337 del Código Penal.

Hoy se celebró el juicio de faltas, donde el juez decidió condenar a José Santamaría Morcillo y María Esther Sanz Fernández-Luna a pagar cada uno de ellos una multa de 60 días con una cuota de 10 euros diarios, más las costas del procedimiento judicial.

Menchén y una fuente judicial aseguraron a esta agencia que las dos personas denunciadas cayeron en contradicciones, al asegurar que adoptaron el animal de una perrera y que ya presentaba las lesiones, aunque en otro momento de la vista oral también afirmaron haberle propinado "azotazos" para educarle.

Tras conocer la sentencia, Menchén se mostró "muy contenta, porque no ha quedado ninguna duda de que ha existido maltrato en multitud de ocasiones", si bien añadió que "habría quedado totalmente satisfecha si se hubiera tratado el caso como delito y no como falta".

No obstante, indicó que, "aunque sea demasiado tarde y no se pueda devolver la vida al perro, se ha hecho justicia condenando a sus propietarios".

La portavoz de La Voz Animal indicó que el procedimiento "ha salido adelante gracias a la valentía en el testimonio de los cuatro testigos y del perito veterinario, además de los informes clínicos".

En este sentido, animó "a todas las personas que graben y denuncien casos como éste, que no tengan miedo porque estas situaciones no pueden quedar impunes".