Ricardo Fernández fue detenido en 1992 en posesión de 100 gramos de heroína, después de que la Brigada de Asuntos Iternos de la policía abriese una investigación a finales del año anterior, debido a que el nivel de vida que llevaba no se correspondía con su sueldo de funcionario.

La defensa de Ricardo Fernández había argumentado, durante el juicio, que las escuchas telefónicas practicadas a lo largo de dicha investigación eran ilegales, ya que habían sido autorizadas en base a una sospecha y no a indicios. Sin embargo, este argumento fue rechazado por la Sala Segunda de la Audiencia Provincial.

También han sio procesados por el mismo delito la compañera sentimental del policía, María Jesús Fernández Rubiera, de 36 años, que ha sido condenada a dos años, cuatro meses y un día de prisión, y Domingo Manuel Cristóbal, vendedor ambulante de 34 años, que según las tesis del fiscal antidroga de Asturias importaba desde Nigeria la heroína con la que más tarde traficaba el inculpado. Este tercer procesado ha sido condenado a seis años de cárcel.

Asimismo, fueron procesadas otras tres personas, a las que el fiscal abía acusado de participar en la distribución de la droga por Gijón, pero la Audiencia Provincial no encontró pruebas suficientes para demostrarlo.