Fierro Conchouso fue juzgado ayer en conseo de guerra por negarse a seguir cumpliendo el servicio militar dos meses después de haberse incorporado a filas en el cuartel de Loyola (Guipúzcoa).

El objetor sobrevenido, declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional (AI), no deberá cumplir la pena de cárcel impuesta, pues ya permaneció cinco meses en la prisión de Alcalá de Henares (Madrid), en 1988.

Sin embargo, sí deberá abonar una multa de 7.600 pesetas, equivalente al coste del uniforme que no devolvió, y terminar de cumplir lo meses que le restan de "mili", algo que el condenado no está dispuesto a realizar, según ha manifestado reiteradamente.

En su fallo, el Tribunal Militar de La Coruña desestima las tesis de la defensa, según las cuales Fierro Conchouso sólo cometió un delito de negación a realizar el servicio militar, condenándole por otro de deserción.

El portavoz de la Koordinadora de Kolectivos Anti-Mili, Julio Rodríguez, señaló a Servimedia que este fallo es un intento de atemorizar a todos aquellos jóvenes qe pudieran estar tentados de imitar la postura del objetor sobrevenido coruñés.