CONDENADO A UN AÑO DE CARCEL EL DUEÑO DE UN HOTEL DE SANTANDER QUE SE HUNDIO MATANDO A SEIS OBREROS
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La Audiencia Provincial de Santander ha condenado a un año de prisión al empresario cántabro Armando Alarez Villanueva como responsable de un delito de imprudencia temeraria por el hundimiento en 1992 del Hotel Bahía, un establecimiento propiedad del condenado y ubicado en la capital cántabra cuyo derrumbe costó la vida a seis trabajadores que realizaban obras de remodelación.
De los otros cinco procesados por este siniestro, sólo el aparejador Antonio Gómez Peña, hombre de confianza de Alvarez en la obra, ha sido condenado a ocho meses de prisión menor, mientras que los otros cuatro resultaron absuelts.
El fallo judicial dado a conocer hoy a las partes considera que Armando Alvarez y Antonio Gómez son responsables del delito de imprudencia temeraria "al haber ejecutado los hechos directa y materialmente, aunque no de forma maliciosa".
Respecto a Alvarez, la sala tercera de la Audiencia Provincial entiende que aún no siendo un técnico en dirección de obras "si tiene amplios conocimientos de las mismas al estar informado", por lo que señala que "conocía la debilidad de la estructura del edifici y la necesidad de concluir el estudio de la misma antes de acometer obras importantes".
"Todos los datos ponen de relieve que Armando Alvarez omitió las normas básicas de cuidado, acometiendo una obra de desmantelamiento de todo el hotel, conociendo la debilidad de la estructura, que el estudio de la misma estaba inconcluso, la falta de licencia para referidas obras y la falta de dirección técnica superior", explica el fallo.
Por lo que se refiere a Gómez Peña, la sala entiende que éste era consiente de que las obras que se ejecutaban "excedían de las previstas en el referido proyecto y que carecía de licencia" así como "la debilidad de la estructura".
La Audiencia Provincial condena a ambos al pago de una indemnización de 15 millones de pesetas a los familiares de Julio Serrano Alonso, fallecido en el siniestro, que no aceptaron una compensación económica previa al juicio como el resto de los parientes de los muertos en el hundimiento.
El Hotel Bahía de Santander se desplomó la mañana el 27 de enero 1992 mientras se efectuaban las obras de remodelación de edificio, quedando sepultados en el siniestro varios obreros de la empresa Ascan, subcontratista de la obra, seis de los cuales murieron. La recuperación de los cadáveres se prolongó durante cinco días.
(SERVIMEDIA)
18 Dic 1996
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