Los primeros delitos por los que Alejandro ha sido ahora condenado se produjeron cuando el acusado contaba sólo 17 años, porlo que el tribunal estimó la circunstancia de minoría de edad como atenuante. En tres de los casos fallados las víctimas sólo tenían nueve años de edad.

La sentencia considera suficiente la seguridad con que el agresor fue identificado en fotografías, vídeos y ruedas de reconocimiento por sus víctimas.

En el fallo, los magistrados consideraron también el atenuante por enfermedad mental, a la vista de los informes médicos presentados, que describen al condenado como un individuo que presenta trastrnos de la personalidad.

No obstante, el tribunal estimó la agravante de reincidencia, teniendo en cuenta las condenas que ya pesaban sobre él cuando cometió algunos de los hechos juzgados, una de ellas precisamente por violación.