El atentado no llegó a realizarse tal y como habín planeado, pero sí tuvo lugar un enfrentamiento al querer inspeccionar un sargento de la Guardia Civil las mochilas de los falsos turistas, donde guardaban las armas, tiroteo en el que resultó muerto un guardia civil.

Los terroristas Juan María Lizarralde y Susana Arregui también murieron horas después, presuntamente tras suicidarse al verse acorralados en su huida.

El tribunal sentencia también a 23 años de prisión a Juan José Zubieta Zubeldía, que realizó tareas de traslado e información para us compañeros, por pertenencia a banda armada y atentado en grado de conspiración, aunque le absuelve de los delitos de homicidio frustrado y tenencia ilícita de armas por los que además ha sido condenado Rubenach.

Según la resolución de la sala, Zubieta sólo es responsable de conspirar para dar muerte a dos guardias civiles, a los que habían planeado asesinar el 26 de junio. Pero los hechos se precipitaron y el día del atentado no se encontraba allí, por lo que "no sabemos si hubiera podido llegar paa ejecutar el hecho planeado o si hubiera desistido en su caso de la acción".

Tampoco considera acreditado que tuviera en su poder o a su disposición las pistolas utilizadas en el enfrentamiento, ya que su misión consistía exclusivamente en actuar como transportista y recoger la información necesaria para realizar el atentado.

El tribunal considera probado que Zubieta investigó a una patrulla de la Guardia Civil que se desplazaba a diario a la Foz de Lumbier con la finalidad de proteger a los turstas que visitaban la zona.

TIROTEO

Tras informar a sus compañeros, planearon atentar contra los agentes. Zubieta trasladó para ello al lugar a Rubenach, Lizarralde y Arregui, que eran los encargados de perpetrar la acción, y quedó en que pasaría a recogerlos el día 26, fecha en la que atacarían a la patrulla, para facilitarles la huida.

Sin embargo, un día antes los terroristas fueron sorprendidos por los guardias civiles y el sargento José Luis Hervás descendió hasta el río donde se encontrabn para identificarlos. El agente les pidió que le mostraran el contenido de sus mochilas, en las que llevaban las armas, momento en el que Rubenach y Lizarralde le dispararon causándole la muerte.

Los etarras emprendieron entonces la huída y mantuvieron un breve tiroteo con el sargento José Domínguez Pérez, que acudió al lugar al oir los disparos y resultó herido de gravedad.

Horas más tarde, la Guardia Civil encontraba herido a Germán Rubenach a escasos metros del río, mientras que al día siguiete fueron hallados los cadáveres de sus compañeros.

Juan José Zubieta se enteró por la radio de los sucesos y se ocultó de la Policía hasta que fue detenido en Llissa de Munt (Barcelona) el 30 de mayo de 1991, despuÉs de participar en el atentado de la casa cuartel de la localidad barcelonesa de Vic.

Germán Rubenach deberá volver a ser juzgado en relación con estos mismos hechos, ya que tiene abierto otro sumario acusado de un delito de auxilio al suicidio, como presunto autor de algunos de los dsparos que mataron a sus compañeros.