La sentencia considera al acusado autor material de la muerte de su mujer, a quien disparó tres veces en plena calle con una escopeta de caza. El acusado declaró durante el juicio que no pretendía matar a su ujer, sino sólo intimidarla.

El tribunal entiende, sin embargo, que no existió premeditación, frente a las consideraciones del fiscal y la acusación particular, que solicitaban 5 años más de cárcel al tenerse constancia a través de varios testimonios de que el parricida había comunicado a sus familiares su intención de cometer el crimen.

Por su parte, los hijos del parricida afirmaron que éste les comunicó un mes antes que estaba dispuesto a matar a su esposa a causa de la apropiación por parte d ella de los bienes conyugales.

El tribunal desestimó la apelación de la defensa sobre enajenación mental, considerando al acusado plenamente consciente de sus actos.