Según la sentencia, hecha pública hoy, el condenado asesinó a su mujer en la madrugada del 20 al 21 de febrero de 1989, tras mantener la pareja una discusión.

Alice Winder murió en su chalé de Marbella al golpearse la cabeza con un armario, como consecuencia de un empujón que le propinó su marido.

Stuart Hutchinson, para evita que la muerte de su esposa le acarreara graves consecuencias, planeó la desaparición de los restos mortales de su mujer, para lo cual trasladó al cadáver hasta la bañera, donde la desangró y descuartizó con la ayuda de un cuchillo eléctrico, mientras la hija de ambos dormía.

Durante los dos meses que transcurrieron entre el asesinato y la detención del inculpado, éste incineró los restos de Alice Winder en la chimenea del chalé, arrojando los trozos más pequeños al vertedero de basuras de la localida de Mijas.

Durante las investigaciones, la Policía no pudo encontrar los restos de la víctima, hecho que aprovechó el asesino para intentar demostrar que su esposa le había abandonado tras mantener varias discusiones, tras lo que, supuestamente, Alice Winder desapareció.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga señala también que Stuart Hutchinson deberá cumplir tres meses de arresto mayor por inhumación ilegal, además de pagar diez millones de indemnización a cada uno de los herederos d Alice Winder.

El abogado defensor del condenado, Pedro Apalategui, señaló al término de la lectura de la sentencia su intención recurrirla, "ya que el tribunal se basa en suposiciones, y no en pruebas".