Esta es la primera condena que la Audiencia Nacional impone a Goikoetxea, detenido en julio pasado tras la desarticulación del comando que dirigía y al que se atribuyen, entre otras acciones, el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano (Álava), en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel, así como la preparación de un atentado contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.

En este caso, relacionado con la "kale borroka" o violencia callejera, los magistrados del tribunal, presididos por el juez Fernando García Nicolás, han encontrado a Goikoetxea culpable de dos delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa y otro delito de daños terroristas.

La sentencia hecha pública hoy considera probado que, en las primeras horas del 5 de agosto de 2001, un grupo compuesto, entre otros, por Goikoetxea, comenzaron a lanzar piedras y tornillos contra las ventanillas de un coche de la Ertzaintza que circulaba por el centro de la localidad de Portugalete (Vizcaya) y en el que viajaban dos agentes.

Tras conseguir romper los cristales, los atancantes comenzaron a lanzar "numerosos cócteles molotov", varios de los cuales se introdujeron en el interior del vehículo e hirieron de gravedad a los dos agentes.

A la luz de las pruebas aportadas durante la vista oral, el tribunal llega a la conclusión de que "el fin último" de Goikoetxea y de los demás atacantes era causar "la muerte de los agentes", un objetivo que no consiguieron "por la intervención de terceros", en referencia a los ertzainas que acudieron a socorrer a sus dos compañeros atacados.

Además de los 22 años de prisión, el ex jefe del "comando Vizcaya" de ETA deberá indeminzar con 90.000 euros a los dos agentes de la Ertzaintza a los que atacó.