Los magistrados de la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid han encontrado a Eduardo P.G culpable de un delito de asesinato con alevosía y otro de aborto en grado de tentativa, ambos con la agravante de parentesco, y le han condenado, además, a pagar una indemnización de 140.000 euros a los familiares de la víctima.

Los hechos tuvieron lugar el 14 de marzo de 2006, cuando Eduardo P. G. recogió en coche a su hijastra, que estaba embarazada de seis o siete meses y, tras mantener una discusión con ella, y con la intención de causar la muerte al feto, le clavó un objeto punzante en la zona púbica.

La sentencia hecha pública hoy relata como, después de esta primera agresión, el condenado golpeó a su hijastra varias veces con un objeto en la cabeza hasta que la chica perdió el conocimiento, momento que aprovechó para introducirle un pañuelo en la boca a la vez que le tapaba la fosas nasales.

La hijastra murió de asfixia y el niño que llevaba en su vientre no sobrevivió. El asesino arrojó el cuerpo por una alcantarilla de la localidad de Perales del Río, pero los restos de la hijastra aparecieron días más tarde en la Depuradora Sur de Getafe.

El 18 de marzo de 2006, agentes de la policía encontraron el cadáver de la chica, hallazgo que pusieron en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 2 de Getafe. La investigación judicial desembocó en el arresto del ahora condenado.

La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.